Comunicar lo que pensamos no es tarea sencilla.A diario comprobamos en el trabajo, en la familia, etc, como los malentendidos generan gran parte de los problemas que se dan entre las personas. Uno creyó haber dicho algo y el otro entendió algo bien diferente.
Una de las razones, es que cuando uno comunica algo, da una cantidad de cosas por supuestas que se omiten en la comunicación. Muchas de estos supuestos se realizan en forma inconsciente (uno cree haberlo dicho todo). Nuestra mente no ha evolucionado para la compleja comunicación que necesitamos en estas épocas modernas.
Hoy me pasó una cosa divertida, que me hizo reflexionar sobre este tema, ya que fue un claro ejemplo de todo esto, incluso a pesar de haberse dado entre una adulta y una niña de 3 años recién cumplidos.
Mi hija más chica (3 años), se había quedado en la casa de la abuela a dormir. Al otro día
la llamé por teléfono para ver como estaba y me contó todas las cosas divertidas que había hecho con su abuela.
Una de ellas, quizás la más diferente y seguramente divertida, fue barrer las hojas del otoño del fondo de la casa de su abuela, haciendo una gran montaña con ellas.
A raíz de esto, se me ocurrió profundizar su experiencia con las hojas, contándole algo al respecto:
- July, ¿sabés porqué había tantas hojas en el fondo de lo de la abuela?
- ¿"podqué"?
- Porque estamos en otoño. En otoño se empiezan a caer las hojas de muchos de los árboles. Cuando llega el invierno, dentro de unos días y que hace muuucho frío, ya no le quedan más hojas a esos árboles, se cayeron todas. Pero luego del invierno, más tarde, llega la primavera.
En la primavera empieza a hacer calorcito de nuevo, y les empiezan a crecer nuevamente todas las hojas a los árboles, y los árboles quedan nuevamente llenitos de hojas.
Escuché del otro lado un silencio, por lo que le pregunté:
- ¿entendiste July?
- ah.. ¿y cómo se suben?
Y yo que había terminado mi relato orgullosa de lo clara que había sido ...
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