Sep 20, 2009

Diseñados para Aprender

- Mami, ¿mañana, qué día es? -preguntó Paula.

- Es viernes -contesté.

- ¡Oh no! Mañana tengo escuela. ¡Pensé que era sábado! -dijo Paula.

- A mí me gusta ir a la escuela -comentó Julieta con entusiasmo.

- Claro, ¡qué viva! Vos a la escuela vas a jugar, yo tengo que trabajar un montón. A mí también me gustaría ir a la escuela si fuera a jugar como vos.

Julieta tiene 4 años. Desde que era bebé, hace poquito tiempo, aprendió una enormidad de cosas: aprendió a reconocer a las personas, a comunicarse, a relacionarse con ellas, a ¡hablar! Aprendió a reconocer objetos, manipularlos en forma cada vez más precisa. Aprendió a sentarse, gatear, caminar, saltar, trepar, patear una pelota.

Paula tiene 9 años. También aprendió de chica todo esto y actualmente está aprendiendo cosas más complicadas: matemáticas, ciencias, geografía. ¿Cosas más complicadas? ¡No, qué va!

Aprender a hablar es un proceso mucho más complejo que aprender a dividir en tres cifras. Implica reconocer las palabras en el lenguaje hablado (que no tiene espacios), hacer su correspondencia con objetos y conceptos del mundo real, extraer las reglas de lenguaje y aprender a usarlas.

Aprender a relacionarse con los amigos es muchísimo más complejo que estudiarse unas cuántas fechas históricas. Hay que aprender a escuchar, intuir, empatizar, negociar, poner límites, cooperar.

Los bebés y los niños están enormemente motivados para aprender estas cosas complejas y no parece requerirles gran esfuerzo. Lo hacen naturalmente, no necesitan instrucción y no se quejan de este proceso. Los niños escolares, no están tan motivados para aprender a dividir. Hacerlo les requiere esfuerzo y dedicación.

Steven Pinker, en su libro “The Blank Slate” , expone explicaciones super interesantes que quisiera compartir.

Para entenderlo tenemos que remontarnos al ambiente donde el hombre evolucionó desde hace 2 millones de años. El tipo de habilidades como hablar, caminar, recordar a las personas y reconocer objetos eran facultades necesarias para la supervivencia del hombre en el mundo que evolucionó. Nuestro cerebro tuvo que desarrollar habilidades específicas para que aprender estas cosas sea intuitivo, que estemos motivados a hacerlo y que no requiera gran esfuerzo, ya que de estas cosas dependía ¡nuestra existencia!

Otro tipo de habilidades como escribir y aprender matemáticas no eran necesarias para la supervivencia del hombre. Estos conocimientos se inventaron hace muy poco en la historia como para que nuestro cerebro desarrolle habilidades específicas para que sean intuitivos. Nuestros cerebros no están diseñados para comprenderlos intuitivamente, por ello necesitamos años de estudio, esfuerzo y dedicación para adquirirlos.

"La educación es una tecnología que intenta compensar aquello para lo que la mente humana es poco apropiada", dice Pinker. “Gran parte del contenido de la educación actual no es cognitivamente natural, por lo que el proceso de dominarlo puede no ser siempre fácil y agradable".

Los niños están inmensamente motivados innatamente para explorar el mundo físico, afinar las destrezas motrices, hacer amigos, alcanzar un estatus; pero no necesariamente para adaptar sus facultades cognitivas a tarea nada naturales como son las matemáticas formales.

Una conclusión interesante que hace Pinker de todo este razonamiento y que hay que tener bien presente: "Para dar motivos al niño para la dura proeza del aprendizaje, cuyos beneficios solo se aprecian a largo plazo, se necesita una familia, un grupo de iguales y una cultura que reconozcan un elevado estatus al éxito escolar".

Nuestra naturaleza humana sí persigue en forma intuitiva el estatus, y ojo que la palabra estatus puede tener connotaciones negativas, pero aquí se refiere al “valor” que le da la comunidad, familia y grupo de iguales a algo.

Vuelvo a la anécdota inicial de la conversación entre Paula y Julieta sobre la comparación de sus "esfuerzos" escolares. Varios días después las escucho en una de sus peleas. No sabía la causa, pero Paula estaba “buscando” a Julieta como hacen de vez en cuando los hermanos mayores. En un momento escucho a Julieta gritar enojada intentando defenderse: "Bueno, ¡no me importa! ¡Porque mañana vamos las dos a la escuela y vos vas a tener que trabajar mucho!”

Julieta había aprendido a buscar información previamente registrada y la usó para defenderse cuando se sintió amenazada. Y lo hizo sin ninguna instrucción y ningún esfuerzo!

No comments: